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“Yo te saqué del extremo de la tierra, te llamé desde el rincón más alejado y te dije: Tu eres mi siervo. Yo te elegí y no te he rechazado. No tengas miedo, pues yo estoy contigo; No temas pues yo soy tu Dios”. Isaías 41:9,10 DHH.
Aquel sábado les dije a mis hijos: “¡Dios me habló esta mañana! ¡Escuché su voz diciéndome: ‘Yo te escogí, mi sierva eres tú’!” Los pequeños me dijeron: “¿Cómo es eso, mamá?” Entonces les conté el testimonio que hoy comparto contigo. Tenía un encuentro de líderes en la ciudad de Cutervo, Cajamarca. A solo una semana del gran encuentro de evangelismo empecé a sentirme mal y debía tomar una decisión. Se habían hecho todas las coordinaciones necesarias para ese gran evento. Estábamos organizados por comisiones para realizar el trabajo, y pastores de la misión vendrían para apoyarnos.
Mi salud comenzó a declinar, no me sentía nada bien. Había consultado varios médicos del lugar sin mejorar. Debía decidir si viajar a Lima o quedarme. E n Lima tendría el apoyo de mi familia y me sentiría segura, pero muy dentro de mí quería estar presente en la gran campaña.
Ese sábado me levanté muy temprano. Estaba preocupada por la decisión que tenía que tomar, lo que implicaba dejar mi responsabilidad a otra persona. Con lágrimas le rogué al Señor que me sanara. Fue entonces cuando vino a mi mente la experiencia de Pablo, que a pesar de llevar una enfermedad en la carne continuó predicando, sirviendo al Señor, que le aseguraba: "Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad" (2 Cor. 12:9).
Acababa de orar cuando leí el texto de Isaías 41:9 y 10 y me detuve: " Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo [...]". Fue la voz de Dios que se dirigía a mí. En ese mismo instante me sentí reanimada y dispuesta a continuar. Todo el día escuché la voz que me decía: "Mi sierva eres tú. Siempre te ayudaré y siempre te sustentaré". Increíblemente, ese día el dolor desapareció y con mucha alegría y gratitud les dije a mis hijos: "¡Dios me habló esta mañana! Y ustedes también pueden escucharlo".
Dios también quiere hablarte esta mañana . Te invito a buscarlo en su Palabra y mediante la oración. Él te ayudará y te sostendrá.
Idalia Ruiz de Chávez, Perú
De Mujer a Mujer
Devoción matutina para Mujeres 2014
Narrado por: Sirley Delgadillo
Desde: Colombia
Una cortesía de DR'Ministries y Canaan Seventh-Day Adventist Church
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