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lunes, 25 de noviembre de 2013

Reflexiones - TRUCOS DEL OFICIO



Cuando levanten los ojos y vean ·todo el ejercito del cielo el sol la luna Y las estrellas, pueden sentirse tentados a postrarse ante ellos y adorarlos. Esos astros los ha designado el Señor, el Dios de ustedes, como dioses de todas las naciones que están debajo del cielo. Pero a ustedes el Señor los tomó Y los sacó de Egipto, de ese horno donde se funde el hierro, para que fueran el pueblo de su propiedad, como lo son ahora (Deuteronomio 4: 19, 20).

Hay quienes argumentarán que independientemente de sus bases científicas Incorrectas, la astrología es efectiva, por lo menos para ellos. Pero ¿lo es realmente?

David Marshall, en El mayor desafío del cristianismo, cita varios estudios de evaluación de la efectividad del horóscopo. Dos me llamaron la atención. De acuerdo con un estudio que publicó la revista Vibrant Life en Estados Unidos, los astrólogos hacen pocas predicciones específicas, pero cuando las hacen, se equivocan en el 94% de las ocasiones. Otro estudio de 15,000 profesionales de éxito, que esta vez realizó un especialista francés, demostró que la correlación entre influencia zodiacal y éxito no es mayor en esos profesionales que entre una población tomada al azar. A propósito, el mismo especialista francés tomó el horóscopo de un asesino de masas y lo envió a ciento cincuenta personas que habían solicitado un horóscopo personalizado. Cuando les preguntó cuán exacta era la información, el 94% de los entrevistados contestó que se habían reconocido en el horóscopo.

Si los horóscopos son tan engañosos, ¿por qué tanta gente cree en ellos? Bueno, porque están escritos con bastante habilidad. Los horóscopos están redactados en lenguaje ambiguo y contradictorio, de tal manera que se pueden ajustar a casi cualquier persona. El mago Lan Rowland, en su clásica obra The Full Facts Book of Cold Reading [El libro de los datos sobre la lectura en frio], describe los trucos uno por uno. Primero está la artimaña del arco iris: «Una declaración que acredita al cliente una característica de su personalidad y también la contraria». Por ejemplo: «Tú eres en general bastante callado, pero cuando las circunstancias son correctas, puedes ser el alma y la vida de la fiesta si tienes el humor apropiado>. También encontramos la declaración Barnum, el uso de hechos borrosos, la técnica del césped más verde, etcétera. La astrología es algo así como la diosa del paganismo, pero tú, que conoces al Dios verdadero del universo, ¿por qué habrías de caer en su juego?

Narrado por: Daniel Ramos
Lecturas Devocionales para Jóvenes 2013
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Reflexiones - CAMINAR SOBRE EL MAR



Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el agua, quedaron aterrados. «¡Es un fantasma!», gritaron de miedo. Pero Jesús les dijo en seguida: «¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo» (Mateo 14: 26, 27).

Una de las experiencias más conmovedoras de mi vida fue navegar en el Mar de Galilea. Fue especialmente conmovedora para mí porque el lago no es muy grande, y no existe duda de que Cristo caminó sobre el agua en ese lugar cuando estuvo en la tierra.

Ayer te comentaba que el mar era considerado como un símbolo del mal y del caos que amenazan la vida del ser humano. Representan aquellas fuerzas que nos superan y no podemos controlar. Pero Dios las domina. La Biblia cuenta que en una ocasión los discípulos navegaban en el Mar de Galilea cuando los sorprendió una tormenta.

Ellos lucharon toda la noche pero no pudieron acercarse a su destino y temieron hundirse en las turbulentas aguas. Pero Jesús no los olvidó. Marcos 6: 48 dice que mientras oraba en el monte, Jesús los vio remar con fatiga y decidió ir caminando sobre el mar para ayudarlos.

Este acto de Jesús fue muy significativo. Solamente Dios puede caminar sobre el mar. El Antiguo Testamento menciona constantemente que el Señor camina sobre el mar (Job 9: 8; Sal. 77: 19; Isa. 43: 16; 51: 10). Pero Jesús es el que camina sobre el mar en el Nuevo Testamento porque él es Dios, es el Señor del Antiguo Testamento. Por eso dice la Biblia que cuando Jesús subió a la barca lo adoraron (Mat. 14: 33).

Según Elena G. de White, la tempestad que se desató esa noche fue de tal magnitud que los cansados discípulos <<se dieron por perdidos». Lo que ellos no sabían era que <<Jesús no los había olvidado. El que velaba en la orilla vio a aquellos hombres que llenos de temor luchaban con la tempestad. Ni por un momento perdió de vista a sus discípulos[ ... ]. Como una madre vigila con tierno amor a su hijo, el compasivo Maestro vigilaba a sus discípulos» (El Deseado de todas las gentes, cap. 40, pp. 348, 349).

Nuestro Salvador tiene poder para calmar las tempestades que ahora azotan nuestra vida, y también para dominar aquellas circunstancias que a nosotros nos parecen insuperables. Puede dominar nuestro temperamento irrefrenable, nuestros pensamientos y aun nuestras emociones. Permite al Señor que controle tu vida y él te ayudará a cultivar lo mejor de ti.

Narrado por: Daniel Ramos
Lecturas Devocionales para Jóvenes 2013
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

martes, 19 de noviembre de 2013

Reflexiones - TU TALLA NO ES LA MISMA



Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo. Efesios 5: 21
Una de las situaciones más complicadas que he vivido la experimenté cuando, junto con varias amigas, nos dispusimos a adquirir la vestimenta que utilizaríamos en determinada celebración. De más está decir que la empleada de la tienda que nos atendió terminó exhausta y frustrada, pues entre todos los vestidos que nos mostró ninguno llegó a ajustarse a los deseos y expectativas de todas. Cuando elegíamos algún modelo, resultaba que las tallas no se ajustaban a todas y luego algunas, con el deseo de no echar por tierra la difícil selección, insistían en que todas debíamos «ajustarnos» a las tallas disponibles. ¡Eso era imposible! Todas teníamos tallas diferentes y nuestras medidas corporales variaban. Luego las emociones comenzaban a fluir: frustración, molestia, cansancio; todo ello fue el complemento de la jornada.

Algo parecido suele suceder en nuestra convivencia con los demás. Olvidamos la necesidad de respetar las diferencias individuales. Pues bien, si físicamente somos todas diferentes, también lo seremos en lo emocional y en lo espiritual. Cada quien percibe su entorno de acuerdo a lo que ve a través de su ventana emocional, las experiencias adquiridas en el hogar, en el medio físico en que nacimos y crecimos, las tendencias genéticas, todo ello hace de cada persona un ser único.

Una convivencia feliz está garantizada si nos mantenemos atentas a las necesidades de los demás, y si respetamos las diferencias individuales. Pensemos en quienes nos rodean como si fueran los colores de un arco iris; aunque diferentes, su unión forma una incomparable armonía. Una palabra clave en la vida es precisamente esa: «armonía».

Jesús, durante toda su vida, se relacionó con los niños, con las mujeres, con los pobres y con los ricos. Fue sensible a las necesidades de la mujer que lo ungió con un perfume especial; fue solidario ante la congoja de Marta y María cuando Lázaro murió.

Amiga, ojalá que las palabras de Elena G. de White te sean de gran ayuda en este día: «Cuando atesoramos el amor de Cristo en el corazón, así como una dulce fragancia no puede ocultarse, su santa influencia la percibirá la gente con quien nos relacionamos» (El camino a C1isto, cap. 9, p. 114)

Narrado por: Sirley Delgadillo
Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

lunes, 18 de noviembre de 2013

Reflexiones - PERSONAS DIFÍCILES



Él levanta del polvo al pobre y saca del muladar al necesitado; los hace sentarse con príncipes, con los príncipes de su pueblo. Salmo 113: 7-8

¿Alguna vez te has topado con alguien que todos consideran «una persona difícil? Quizá se trate de una persona que no acepta consejos, que siempre está con el ceño fruncido cuando todos los demás serien, y que por lo general ve tan solo el lado oscuro de las cosas.

las personas difíciles abundan, y la mayoría de ellas declaran que tienen razones válidas para ser como son. Las encontramos de todas las edades y sexos, incluso de las distintas clases sociales. Su manera de ser es quizá una «trinchera' para protegerse del mundo, un mecanismo para ocultar el posible dolor que encierran en su interior y que no desean mostrar. Por otro lado, muchas son personas que consideran que se debe luchar con denuedo para alcanzar cualquier meta.

Esas personas «difíciles;> quizá tienen una gran necesidad de ayuda emocional y espiritual y no se atreven a pedirla. Consideran que, de hacerlo, se mostrarían vulnerables frente a los demás y perderían su fuerza o prestigio. Es posible que en las etapas primarias de la vida hayan sido maltratadas física o verbalmente. Temen actuar en forma sensible o simpática. Se amilanan ante el rechazo, y quizá por eso jamás demuestran el amor que Dios puso en ellas.

Su necesidad más urgente consiste en reconciliarse con Dios, con ellas mismas y con los demás. De hecho, el Señor podría usarte para que seas un canal por el cual fluya el perdón a las ·vidas de esas personas. Acércate a ellas, y ojalá que puedan sentir a través de ti la caricia de Dios. Recuerda el consejo: «levanta del polvo al desvalido y saca del basurero al pobre para sentarlos en medio de príncipes» (l Sam. 2: 8). Si aceptas ese desafío, serás como la mano de Dios que se extiende para sanar e impartir una nueva expectativa de vida.

Amiga, hoy piensa en alguien a quien puedas prestar tu ayuda. Permite asimismo que el Señor te utilice como un instrumento de sanidad. Al hacerlo, solicita su dirección para obrar con tacto y con el amor de Cristo. Quizás antes de obrar debes orar y ayunar por esa persona o personas. Que tu pensamiento sea: «Voy ahora a levantarme, y pondré a salvo a los oprimidos» (Sal. 12: 5).

Narrado por: Sirley Delgadillo
Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

sábado, 16 de noviembre de 2013

Reflexiones - SALIR DE LA EMBARCACIÓN



En la madrugada, vio que los discípulos hacían grandes esfuerzos para remar, pues tenían el viento en contra. Se acercó a ellos caminando sobre el lago, e iba a pasarlos de largo (Marcos 6: 48).

Hace algunos años, mientras vivía en Míchigan, nos pasó algo que siempre me ha dejado pensativo. Mi esposa se dirigía a nuestro hogar en el automóvil con nuestros hijos mientras yo trabajaba en casa. En cuestión de minutos, el cielo se oscureció completamente, empezó a llover con intensidad y a soplar un viento muy fuerte. Era el inicio, o quizá una de las capas externas de un tornado. Mi esposa decidió entonces refugiarse en la primera área de servicio que pudo encontrar.

Mientras mi esposa estaba en la gasolinera recordó lo que habíamos hecho en casa unos días antes. Varios tornados habían azotado algunas regiones cercanas a donde nosotros vivíamos y habíamos visto en la televisión cómo arrasaban estaciones de servicio similares a donde se encontraba mi esposa. Fue cuando ella se dio cuenta de que no tenía protección. La decisión fue rápida. Tomó a mis dos hijos, se subió al automóvil y condujo en medio de la tormenta hasta la casa, que se encontraba no muy lejos de allí.

Algo similar le pasó a Pedro cuando Jesucristo apareció caminando sobre las aguas del lago. Los discípulos habían luchado sin éxito contra la tormenta toda la noche, y para ese momento se habían dado cuenta de que su barca no les ofrecía seguridad. Jesús hizo como que iba a adelantárseles porque nunca nos impone su salvación.

Solicita siempre nuestro permiso. Pedro se dio cuenta de que su única salvación estaba con Jesús. Pensó: "¡Yo no me quedo! Esta barca se va a hundir. Yo me voy con el Maestro!". Entonces gritó: «¡Señor, yo me quiero ir contigo!”.

La petición de Pedro no era la de una fe aventurera que deseaba probar nuevas experiencias. Era una llamada de auxilio que surge del temor. Entonces Jesús le dijo: "Ven, ¡deja la barca!". Es que las «barca9~ no pueden superar las tormentas más violentas que nos presenta la vida. Cuando la tormenta azota, tenemos que dejar la barca de las soluciones humanas y aferramos a! poder de Cristo. Es preciso que obedezcamos su voluntad aunque parezca descabellado.

Jesús no calmó la tempestad, pero sí capacitó a Pedro para que caminara sobre el mar. ¿Estás en medio de una tempestad? Puede ser que Dios no la calme, pero sí te puede dar poder para vencerla. Sin embargo, es preciso que primero abandones las barcas humanas y confíes en Jesús.

Narrado por: Daniel Ramos
Lecturas Devocionales para Jóvenes 2013
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

viernes, 15 de noviembre de 2013

Reflexiones - PARA TERMINAR LA CARRERA



He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe. Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida. 2 Tim. 4: 7-8

Muchos han comparado la vida con una carrera de obstáculos que comienza el día en que nacemos y concluye con la muerte. Sin embargo, para algunos habrá una segunda etapa en la vida, esa que comenzará al heredar el reino de Dios, cuando todos los obstáculos ya hayan sido superados. La Biblia dice que para correr la carrera de la vida, debemos despojarnos de todo el peso que nos estorbe (Heb. 12: 1), para conquistar las metas que nos hemos propuesto con perseverancia y tenacidad.

Cualquiera podría pensar que la tecnología no está al alcance de las personas mayores, sin embargo, hay quienes desafían esta creencia y demuestran lo contrario. Sé de alguien que se sentó frente a una computadora y logró dominarla (aunque tan solo contaba con tres años de educación básica) cuando ya rozaba los setenta años.

Casi nada es imposible para quienes, con firme dedicación y disciplina diaria, se disponen a alcanzar la excelencia. He visto a invidentes viajar solos y tocar instrumentos musicales a la perfección; he sido testigo de la participación en una carrera maratón de personas discapacitadas, así como de otros tantos casos en los que algunas personas han alcanzado lo aparentemente imposible.

Para correr la carrera de la vida al estilo divino, es necesario quitar todo estorbo que interrumpa nuestro avance, como la culpa, el desánimo o el miedo. Asimismo, hemos de poner nuestros ojos en Cristo, el vencedor por excelencia. “Corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús” (Heb. 12: 1-2).

El reconocido predicador Matthew Henry declaró: «La preocupación desordenada por la existencia, o el apego a ella, constituye un pesado lastre para el alma, que la jala hacia abajo cuando debería ascender, y la tira hacia atrás cuando debe avanzar. Esto hace que el deber y las dificultades sean más difíciles y pesados.

Amiga, no te amilanes por los desafíos que tienes por delante. Acércate al Señor en oración, acomoda la carga y suelta todo peso innecesario. Dios corre a tu lado.

Narrado por: Sirley Delgadillo
Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Reflexiones - UNA ORDEN DIFICIL DE CUMPLIR



Al ver la señal que Jesús había realizado  la gente comenzó a decir: «En verdad realizando. este es el profeta, el que ha de venir al mundo". Pero Jesús, dándose cuenta de que querían llevárselo a la fuerza y declararlo rey, se retiró de nuevo a la montaña él solo (Juan 6: 14, 15).
El día que Jesús alimentó a una multitud de cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños, su ministerio llegó a la cúspide de la fama. Enormes multitudes de Galilea y Judea lo seguían, celebraban sus milagros y escuchaban arrobados sus enseñanzas.

En cierta ocasión, mientras predicaba y realizaba milagros todo el día, se apoderó del pueblo la convicción de que Cristo era el rey que lo libertaría del yugo romano.

Tenía todas las características del Mesías prometido. Era el hombre fiel de la familia real de David a quien Dios había anunciado por medio de jeremías como «nuestra salvación» 0er. 23: 6). Jesús era un hombre sabio, como Salomón, que juzgaría con justicia y sabiduría al pueblo y le traería prosperidad. También era un profeta por medio de quien Dios actuaba poderosamente. Sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos, como Elías y Eliseo siglos antes. Jesús era sin duda el profeta que Moisés había anunciado: «El Señor tu Dios levantará de entre tus hermanos un profeta como yo. A él sí lo escucharás» (Deut. 18: 15).

Este fue un momento de gran alegría para los discípulos. Habían dejado todo por seguir a Jesús. Muchos los habían calificado de locos por seguir a un desconocido que no había estudiado en las prestigiosas escuelas rabínicas. Jesús no mostró interés alguno por reclamar el trono de Israel Los discípulos dijeron a la multitud que era la modestia de Cristo lo que le hacía rechazar el honor de proclamarse rey (El Deseado de todas las gentes, cap. 40, p. 346). Entonces, Juan 6: 15 dice que la multitud decidió tomar a Jesús por la fuerza y proclamarlo rey Sin embargo, él desbarató sus planes y ordenó a los discípulos que subieran a la barca. La expresión griega de Mateo 14: 22 (anagkazo) significa literalmente que los «forzó» a embarcarse. Elena G. de White dice en cuanto a los discípulos: <<Nunca antes había parecido tan imposible cumplir una orden de Cristo» (Ibíd.).

¿En algún momento te ha pedido Cristo que hagas algo que no quieres? Jesús, que veía más allá de lo que la ambición descontrolada de los discípulos y la multitud podía, quería ofrecer algo mejor que un reino temporal en la tierra. Si Jesús te ha negado algo, seguramente quiere ofrecerte algo mejor. ¿Tienes la voluntad de confiar en él?

Narrado por: Daniel Ramos
Lecturas Devocionales para Jóvenes 2013
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

martes, 12 de noviembre de 2013

Reflexiones - UNA DISCULPA NO NECESARIA



El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha. El que llorando esparce la semilla, cantando recoge sus gavillas. Salmo 126: 5-6

¿Alguna vez has tenido que pedir perdón a alguien por haber llorado en su presencia? Estoy plácidamente segura de que muchas mujeres, e incluso hombres, se han visto impelidos a disculparse alguna vez por ello. Por alguna razón, creemos que hemos de hacerlo.

Pero yo me pregunto: ¿Por qué debemos pedir perdón cuando lloramos en público? El asunto es que muchos piensan que llorar es un acto de debilidad que pone en evidencia un deficiente estado emocional, y que es una muestra de vulnerabilidad. Sin embargo, el llanto no solamente es un desahogo de emociones, sino que también puede ser una causa de buena salud. El hecho es que obtenemos salud integral cuando las lágrimas brotan de un corazón contrito por el pecado, en especial si las derramamos porque nos conmueve el sufrimiento ajeno, o quizá cuando desbordamos de alegría porque nos ha impactado la gracia de Dios. Por el contrario, cuando las lágrimas provienen de un orgullo herido, o de una soberbia agredida, podrían ser una fuente de trastornos físicos y mentales.

Amiga, cuando llores, trata de que sea por razones nobles, y no te preocupes por pedir perdón a nadie después. Llorar no constituye ninguna ofensa. ¡Deja que fluyan tus lágrimas cuando sea necesario, o cuando te lo pida tu ser! Dios las recibirá como un grato aroma. Las mismas constituirán muestras de tu salud mental, física y espiritual; no son ningún motivo para avergonzarse. La promesa del Señor es esta: «Dichosos los que lloran, porque serán consolados» (Mat. 5: 4). ¿Quieres perderte el consuelo del Señor?

Jesucristo se unió al llanto de Marta y de María ante la muerte de Lázaro (Juan 11: 34). Se conmovió al ver el pecado de Israel, y más aún porque conocía el resultado de las malas decisiones de su pueblo (Luc. 19: 41). No creo que Jesús se haya ocultado para llorar, ni mucho menos que pidiera perdón por haber llorado. A él no le avergonzaban unas lágrimas que expresaban amor al prójimo, angustia por la salvación del ser humano y tristeza por las consecuencias del pecado. ¡Maravilloso Jesús! Pronto, en el eterno amanecer, cuando seamos transportadas al hogar celestial, no habrá más llanto, pues Dios «enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir>> (Apoc. 21:4)

Narrado por: Sirley Delgadillo
Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

lunes, 11 de noviembre de 2013

Reflexiones - LA SIEMBRA DE LA VIDA



Siembra tu semilla en la mañana, y no te des reposo por la tarde, pues nunca sabes cuál siembra saldrá mejor, si esta o aquella, o si ambas serán igual de buenas. Eclesiastés 11: 6

La escritora estadounidense Ella Wheeler afirmó en cierta ocasión: «Con cada una de tus obras siembras una semilla, aunque la cosecha quizá no la veas». ¡Cuánta sabiduría encierra dicha declaración! Cada vez que damos un paso esparcimos acciones buenas o malas en el surco de la vida que, al igual que semillas sembradas en la tierra, tarde o temprano rendirán su fruto.

Nuestro proceder no tan solo nos afecta a nosotras, sino que también impacta a los demás. «Ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni tampoco muere para sí» (Rom. 14: 7). Dios nos da la libertad para actuar. Ese es un gran privilegio que nos permite escoger la forma en que deseamos vivir y lo que queremos hacer. Sin embargo, también es conveniente que reconozcamos que cada acto, incluso los realizados en secreto, trascienden para bien o para mal.

El rey David ocultó sus acciones cuando tomó la mujer de uno de sus soldados, y aunque en un principio aquel pecado pareció no tener trascendencia, el tiempo demostró lo equivocado que estaba David. Los juicios de Dios cayeron sobre él de forma inexorable. A través del profeta Natán, Dios le dijo: «Lo que tú hiciste a escondidas, yo lo haré a plena luz, a la vista de todo Israel (2 Sam. 12: 12). las consecuencias de su pecado lo alcanzaron y no solamente a él, sino también a algunos miembros de su familia.

Amiga, debemos tener un gran cuidado con todo lo que pensamos, con lo que acariciamos en lo más profundo de nuestros corazones, ya que Dios todo lo ve y lo juzga.

Si sembramos amor, habrá en nuestros hogares, hijos más felices, matrimonios estables así como familias funcionales. Si sembramos respeto y tolerancia, viviremos rodeadas de amigos. La semilla de la felicidad dará frutos tan valiosos como la salud y el bienestar. Si sembramos perdón, cosecharemos corazones agradecidos y generosos. Hoy es un día apropiado para toda buena siembra. Intenta expresarte como lo hizo Job en medio de las vicisitudes: «La experiencia me ha enseñado que los que siembran maldad cosechan desventura. El soplo de Dios los destruye, el aliento de su enojo los consume)) (Job 4: 8).

Narrado por: Sirley Delgadillo
Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

domingo, 10 de noviembre de 2013

Reflexiones - SEÑOR, ¿QUÉ ES LO QUE HACES CONMIGO?



El hombre propone y Dios dispone. Proverbios 16: 1

Lo conozco desde que era un niño. Cantaba en el coro infantil de mi iglesia, y participaba porque su madre, una fiel cristiana, se encargaba de llevarlo a los ensayos sin importar las circunstancias. De naturaleza rebelde, no se doblegaba ante nadie ni ante nada. Sumamente inquieto, desafiante y agresivo, todos le auguraban una vida muy difícil. Debo confesar que la única razón por la que continuaba en el coro de niños era su voz. Tenía una excelente voz y además estaba dotado de un extraordinario oído musical.

Con el paso del tiempo, todos aquellos malos augurios se vinieron abajo. En alguna parte del camino Dios suavizó su agresividad y lo encaminó en la senda correcta.

El Señor lo tomó de la mano y lo levantó las muchas veces que cayó. Fue en la escuela de la adversidad y del dolor donde aprendió las más grandes lecciones de su vida.

Hoy es un fiel cristiano, entregado al servicio del Señor, y sus dos hijos crecen en el temor de Dios. Asimismo él es la mano derecha de su pastor, y siempre está listo para compartir sus recursos y talentos sin escatimarlos.

Quizá tú también hayas sido una niña difícil, o hayas tenido una adolescencia complicada, rebelde, hasta el punto de que algunos adelantaron «malos augurios acerca de tu futuro. A lo mejor creciste pensando que eras un fracaso, y de pronto algo hizo que tu vida diera un vuelco y hoy te encuentras en una situación distante de aquella en que todos pensaban que terminarías. Esos cambios de dirección probablemente obedecieron al toque de la mano de Dios.

Así es, Dios tiene su momento y su lugar, y sin duda impacta nuestra vida. Él puede borrar de tu mente la visión negativa que tienes de ti misma y, con su poder, transformarte en una nueva criatura. Entonces, quizá con asombro puedas preguntarle: «¿Señor, ¿qué es lo que haces conmigo?».

El Señor está dispuesto a extender bendiciones sobre ti, sin escatimar nada. No sé cómo estará tu vida hoy, pero puedo decirte que no importan tu situación ni tu carácter, eres una hija especial de Dios. Si le entregas tu presente no debes sentir temor de mirar al futuro. «Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito» (Rom. 8: 28).

Narrado por: Sirley Delgadillo
Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

viernes, 8 de noviembre de 2013

Reflexiones - EL ZAPATERO MÁS SANTO



¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios (Miqueas 6: 8).

Se cuenta la historia de un cristiano de la antigüedad que se llamaba Antonio. Con el fin de alcanzar la perfección mediante la abnegación y la reflexión, se fue a vivir al desierto. En ese lugar llegó a sentirse bastante satisfecho de sí mismo.

Cierto día en que expresaba en alta voz su convicción de que era el más santo de los habitantes de la tierra, escuchó una voz que reconoció era la del Señor.

-No, Antonio -le dijo la voz-. Conrado el zapatero remendón que vive en Jerusalén es más santo que tú.

-¿Qué hace él que no haga yo? -preguntó Antonio.

-Anda, y verás por ti mismo de qué se trata -le replicó el Señor.

Cuando llegó a Jerusalén, Antonio encontró el humilde taller de Conrado, el zapatero remendón. Cuando le preguntó qué había hecho para que el Altísimo lo considerara más santo que él, Conrado respondió:

-He hecho poco además de sentarme aquí y remendar los zapatos que me trae la gente. Pero arreglo cada par como si se tratara de las mismas sandalias de Jesús. Eso es todo lo que hago, y siento que es muy poco. Se dice que Antonio inclinó humildemente la cabeza y partió de allí, decidido a regresar a donde vivía la gente para servirla como si sirviera al Señor mismo. Cuando estamos dispuestos a humillarnos, a vaciamos de nosotros mismos para convertirnos en vasijas capaces de contener las misericordias de Dios, y caminar humildemente por los senderos del servicio, el Señor nos puede utilizar. Nos llenará de bendiciones para que las compartamos con los que nos rodean.

Quizá hayas escuchado la anécdota de aquella niñita que oró: «Querido Señor, haz que toda la gente mala se convierta en buena, y que la gente buena sea amable». Es un desafío para que nosotros manifestemos el amor y la bondad de Cristo. Es decir, humillarnos para andar con Cristo también significa ser amables y bondadosos con los demás. Elena G. de White dice: «La religión no es solo un conjunto de doctrinas áridas, sino una fe práctica que santifica la vida y corrige la conducta en el círculo familiar y en la iglesia» (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 337). .

Cristianos educados, amables, bondadosos como era Jesús, son los que heredarán el reino de los cielos. ¿Actúas con amabilidad y bondad en tu hogar y en la iglesia?

Narrado por: Daniel Ramos
Lecturas Devocionales para Jóvenes 2013
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

jueves, 7 de noviembre de 2013

Reflexiones - MAS AMOR QUEL DE UNA MADRE



Grabada te llevo en las palmas de mis manos; tus muros siempre los tengo presentes (Isaías 49: 16).

El texto de hoy contiene una de las ilustraciones más claras de la profundidad y la perdurabilidad del amor de Dios. Es imposible que el olvide las promesas que hizo a sus siervos, pues los tiene esculpidos en la palma de la mano. Según el Comentario bíblico adventista: «las huellas de los clavos en las manos de Cristo serán por los siglos sin fin de la eternidad un recordatorio permanente de su amor por los pecadores».

En esta ilustración también puede verse un insondable amor: El presentador de noticias Paul Harvey contó una interesante historia del cuidado de Dios sobre miles de prisioneros aliados durante la Segunda Guerra Mundial, muchos de los cuales eran cristianos. Uno de los bombarderos norteamericanos salió de la isla de Guaro hacia Kokura,Japón, con una carga mortal. Como las nubes cubrían el área del objetivo enemigo, el B-29 voló en círculos durante casi una hora hasta que la reserva de combustible descendió a un nivel peligroso. El capitán y su tribulación, frustrados, porque estaban directamente sobre su blanco principal pero sin poder cumplir su misión, finalmente decidieron que sería mejor dirigirse hacia un blanco secundario.

Así fue, se dio la orden: <<Suelten las bombas», y el B-29 regresó a su base. Más tarde, un oficial recibió una noticia sorprendente: una semana antes de la misión de bombardeo, los japoneses habían transferido una de sus mayores concentraciones de prisioneros norteamericanos a la ciudad de Kokura. Al saber esto, el oficial exclamó: «¡Gracias a Dios por esa nube protectora! Si la ciudad no hubiera estado escondida había sido destruida, y miles de prisioneros norteamericanos habrían muerto».

Dios está entre bambalinas y dirige todas las escenas en las que participa. Tenemos que aprender esto y dejar que actúe. Él ha dicho que su amor por nosotros supera al amor de una madre por sus hijos. Sabemos lo que son capaces de hacer las osas cuando alguien toca a sus oseznos. Es extraño que dudemos de ese amor. Naturalmente, una madre no deja voluntariamente que su hijo sufra. Pues Dios tampoco contempla tranquilo el sufrimiento de sus hijos. Pero así como una madre no puede evitar a sus hijos todos los sufrimientos, el Señor tampoco. Al igual que cualquier madre, sufre con sus hijos cuando en su sabiduría decide no librarlos del sufrimiento.

Confía hoy en el amor inmensurable de Dios, que tiene tu nombre esculpido en la palma de la mano.

Narrado por: Daniel Ramos
Lecturas Devocionales para Jóvenes 2013
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

martes, 5 de noviembre de 2013

Reflexiones - EL SEÑOR VELARÁ POR TI



El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre. Salmo121 : 5-8

Conozco a una pediatra que durante sus años de estudiante tenía que hacer guardia en la sala de recién nacidos de un hospital. Cuando me relató su experiencia, pensé que aquel había sido un trabajo dedicado y de gran importancia, ya que en algunos casos la vida de aquellos bebés dependía de ella. Cualquier descuido podía ser fatal para los niños. Cada cierto tiempo, ella debía acudir ante la cuna de cada niño para tomar nota de los parámetros de respiración, color de la piel, y posibles cambios, así como de cualquier otro dato significativo. Aquella pediatra lo era todo para los pequeñitos, que ni siquiera se daban cuenta de que habían llegado al mundo como seres desvalidos e indefensos.

La función de Dios en nuestra vida es parecida. Él desea cuidamos de los peligros que nos amenazan, protegernos del mal, y velar para que no seamos vencidas por el pecado que nos acecha. Se preocupa para que nuestras necesidades sean satisfechas. Asimismo, como un Padre amante, anhela abrazarnos y consolamos cuando somos afectadas por el dolor. «jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel» (Sal. 121: 4).

Con esta seguridad podemos acercarnos a él sabiendo que no nos rechaza ni nos abandona. Si permitimos que Dios vele por nosotras, tendremos su apoyo en las tribulaciones y nos sentiremos a salvo ante la ansiedad y el temor. Podremos descansar tranquilas, pues él vela por nuestro bienestar. Dios, Jesús y el Espíritu Santo nos cuidan y al mismo tiempo hacen que los ángeles nos brinden su protección.

Amiga, hoy tenemos motivos para enfrentar el día con un ánimo tranquilo y reposado. Tus hijos, si los tienes, enfrentarán sus propios desafíos. Tu esposo, o quizá tu padre, saldrán a enfrentar las luchas de la vida. Recuerda que no estamos solas, que el Dios eterno vela por nosotras en sol o sombra, en luz u oscuridad, en alegría o tristeza.

Guarda esta promesa en tu mente y en tu corazón, y úsala como un arma de defensa: «Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa)) (Isa. 41: 10).

Narrado por: Sirley Delgadillo
Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

lunes, 4 de noviembre de 2013

Reflexiones - EL CAMINO CORRECTO



Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte. Proverbios 14: 12
Los caminos de Dios no son los caminos del hombre. Él los coloca ante nosotros y nos invita a que transitemos por ellos. Sm embargo, el Señor jamás nos forzará, obligándonos a que vayamos por donde él nos indica. Ese no es su estilo, en absoluto.

Cuando hablamos de los "caminos de Dios", entendemos que la vida cristiana es un progreso y un avance constante. para transitar por sus caminos debemos ir paso a paso y avanzar en pos de quien los conoce, y que es a la vez quien nos guía.

En la carrera cristiana no debemos permanecer a la zaga, como personas solitarias y perdidas. Tampoco hemos de tomar ningún tipo de atajo, creyendo que así llegaremos más rápido a nuestro destino. Sin embargo, no hemos de desanimarnos, pues contamos con la guía segura del Espíritu Santo: «Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: "Este es el camino; síguelo"» (Isa. 30: 21).

Los seres humanos en muchas ocasiones buscan atajos. Por otro lado, Dios no lo hace, ya que él sabe que cada experiencia es necesaria para un correcto avance hacia la santificación. Algunos intentan alcanzar el éxito buscando una vía más corta: compran títulos sin haber estudiado, tratan de obtener dinero sin haber trabajado, aparentando a la vez ser personas honorables. Pero no podemos transitar por caminos torcidos. Quizá a diario nos toque decidir entre el mal y el bien, entre la muerte y la vida. Es posible que algunas religiones, filosofías y estilos de vida se nos presenten como algo bueno, aceptable y verdadero; caminos que probablemente estén llenos de distracciones y tropiezos.

Yo sé que en tu corazón, al igual que en el mío, está arraigado el anhelo de llegar pronto a nuestro destino final, a la morada de nuestro Padre, a la casa de Dios, el único que es «el camino, la verdad y la vida» (Juan 14: 6).

Querida amiga, comparto contigo una hermosa promesa que espero te sea de mucho ánimo para enfrentar este día y los nuevos retos que en él tendrás que enfrentar: '<¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? Es él quien me arma de valor y endereza mi camino; da a mis pies la ligereza del venado, y me mantiene firme en las alturas» (Sal. 18: 31-33).

Narrado por: Sirley Delgadillo
Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado